martes, 28 de mayo de 2013

LA RANA


LA RANA

Se escucha a lo lejos el rugir de un motor a disel, solo puede ser un camión, el único que pasa por aqui, ya vine! me tengo que apurar. Estamos en 1960, tomo mi morral con los tacos y el calabazo de agua, mi sombrero y machete. Aqui afuera lo espero, talvez viene lleno pero en la mañana siembre hay lugar. Ahi viene, un Chrevrolet 1951 color verde, por eso lo llaman "LA RANA" todos lo conocen así por su color y sus faros saltones. Viene gente de fuera, de Tenango, a lo mejor alguna diligencia de la Hacienda que va a Rijo o a Colón. Le hago la parada, me da pena subir, quien sabe si viene algún conocido, nomas voy a La Molo patrón. 

Hay un lugar desocupado, me siento, empieza el viaje, de esta calle se va hacia la barranca, luego pasa el arroyo, un poco crecido por las aguas del temporal, nada que represente un obstaculo a este camión alto. No se vaya a caer como un día uno se fue reculando y cayo cerquita del pozo de agua, muchos salimos a empujar el camión y así lo sacamos, a pura fuerza bruta. Ese día creo le fallaron los frenos.

El arroyo marca los límites del pueblo con el ejido, por aqui nomas unos viven, pero el camino ya le pusimos piedras y ya no se hace tan feo con el lodo, aún así le falta trabajo. Ya voy en el terrero, cualquiera lo reconoce porque aqui la tierra es blanquizca, hasta de noche se ve bien aqui, refleja la luz de la luna, pedregoso el camino, ojalá y no este crecido el Río de Xala, pero a esta hora ya bajo la corriente aunque anoche llovió mucho.

Empieza a subir por el camino de El Guayabo, se ven yuntas de bueyes labrando la milpa o ya van por la segunda con los cacahuates, hijole a ver si no me ganan, en mi tierra la hierba ya debe estar crecida, el acagual es el que se va rapido, lo bueno es que siempre hay halachis. El cascabeleo del motor y los crujidos del chasis se oyen hasta el cerro Tiopilo, aqui todos saben a que hora pasa el camión. La subida pedregosa de La Molo es la más difícil, donde esta más empinado a veces La Rana se detiene, pero el operador ya le sabe. Los pitayos ya cuajaron la flor, en un mes ya estan maduras. Reconozco bien cuales son las blancas de por aqui, las solferinas y las anaranjadas a veces nomas' se las comen los pajaros. Mi tencolote esta bueno, apenas el año pasado lo hice y el palo dulce dura mucho si no se moja. Los nananchil de por aqui siempre cargan grandes y dulces, hay en todo el camino.

Unos platican aqui junto que ya van a venir a medir la carretera, dicen que va a pasar por el llano de Calmeca, que en un año empiezan. Si se hace ya nos va a quedar bien la carretera, ya no vamos a ir en burro a Matamoros a las compras de todos santos o para el doctor y las medicinas. Ojala y lo hagan. 

Ya empieza a bajar el camión, de aqui se ve el chacuaco de la hacienda de Matlala, hace unos veinte años que dejó de funcionar. Desde aqui se ve nublado hasta allá en San Felipe, del otro lado se ven unas casitas de Coatepec. Ya voy a bajar, me queda mas facil donde se abre el camino a Matlala, señor aqui bajo le pago tres pesos al cobrador y me da cincuenta centavos de cambio, gracias.

La Rana se va por el camino a Coatepec, cruza el río de Ahuehueyo, por ahi dicen que colgaron a uno en un amate, uno que robaba, según que para que escarmienten los que les gusta lo ajeno. Luego la Rana baja a Cuexpala y pasa el río junto a la Hacienda de Rijo ahi bajan siempre algunas gentes, luego sigue por los cañales de la hacienda y llega a la otra, la de Colón ahi para donde pasa agua por los arcos de piedra. Mas adelante ya esta cerquita la vía, ahi pasa el tren que lleva cal, maíz, frijol y muchas cosas, también gente que va de Matamoros para Axochiapan. Como a la 1 o dos de la tarde esta llegando a Matamoros, se va junto a la vía del tren. Me tengo que apurar para agarrar La Rana que pasa a las 4 de la tarde, si tuviera burro no la espero, pero mi hijo se los llevó a la leña, le voy a echar ganas un rato.



Chevrolet sapo fabricado entre 1947 y 1953 en Latinoamerica. Esta foto corresponde a un camión de Costa Rica y es el modelo que presumiblemente circulaba en la ruta de Cuautla, Izucar de Matamoros y Oaxaca a partir de 1945 a 1960. En esas fechas aún no existía la carretera federal número 160, la que pasa por Calmeca, la cual se construyó de 1962 a 1964. 

En 1935 se creó el SINDICATO DE PROPIETARIOS DE AUTOCAMIONES FLECHA ROJA, el antecesor de lo que hoy es el Omnibús Cristobal Colón y LA RANA figuraba como unos de los camiones que pajaseaban por los caminos difíciles de la ruta de la mixteca.

A continuación se presenta una reconstrucción del Camino Real que comunicaba a las poblaciones de Tenango, Tepexco, Calmeca, Cuexpala, Rijo, Colon, e Izucar de Matamoros donde circulaba LA RANA por los caminos de terracería. Cualquier contribución a la reconstrucción de esta historia es bienvenida.






miércoles, 15 de mayo de 2013

SÍNTOMAS



EPISODIOS NEGROS EN LA HISTORIA DE CALMECA


Los diferentes episodios históricos que Calmeca ha vivido definitivamente han marcado la vida y el comportamiento de sus habitantes. Podemos citar en base a testimonios orales que la década de los 50´s y 60's fueron de las más dificiles que permanece en la memoria de muchas personas por la presencia de dos bandos políticos importantes que perseguían la gobernabilidad del Pueblo. En aquellos tiempos el Partido Nacional Agrarista y la Confederación Regional Obrera Mexicana eran los dos fuertes ideológicos que marcaban la vida política del pueblo. Los testimonios de la gente que vivió en esos años indican que fueron tiempos difíciles llenos de traiciones, asesinatos, secuestros y abuso de poder. Personas con apellidos Aguilar, Linares y Campos estuvieron involucrados en conocidos eventos criminales que marcaron esas décadas y que influyeron en la organización de la gente. Posteriormente en los años 80´s, este marcado partidismo continuó vigente, la rivalidad exacerbada era motivo de extorsiones, secuestros, corrupción, asesinatos y demás crímenes cometidos contra los habitantes de la población. Dos bandos criminales asediaban a la población provocando un ambiente de miedo. Vehículos extraños a la comunidad eran asaltados, desvalijados y robados. En la carretera federal hubo bloqueos para robar a los vehículos que circulaban en la noche, situación que culmino con la entrada del ejército. Todo esto sumado a un alto analfabetismo hacían de Calmeca una comunidad sin capacidad de respuesta u organización por parte de los habitantes. Se puede concluir entonces que estas fueron las principales causas para una vida llena de conflictos y sin miras al desarrollo, por lo menos hasta los años 80's. 

Los años que vivimos son el efecto de todos los factores históricos mencionados. En la actualidad como población seguimos padeciendo los estragos de esos eventos históricos que retrasaron en varias décadas el desarrollo de una sociedad cooperativa y organizada. Sumados los factores externos que trajeron los cambios de la década de los 80's y 90's con la alta tasa de migración de jóvenes a los Estados Unidos en la actualidad se han ido tres décadas y no hemos terminado de organizarnos, no hemos tenido la oportunidad de enmendar nuestro pasado negro como población. Vale la pena detenerse aqui y echar un vistazo hacia atrás para analizar cuales son los factores actuales que determinan nuestra falta de organización, identificados como síntomas. La intención de estas reflexiones son la de mirarnos a un espejo para que de esa forma tomemos una decisión que el tiempo y la población lo exige.




Síntomas de la falta de organización y desarrollo

Síntoma 1. ESCÓNDETE Y DESCONFÍA, MIENTRAS YO ESTE BIEN NO ME IMPORTAN LOS DEMÁS

Cualquier persona que vive en Calmeca puede nunca percatarse de un hecho que es muy evidente y que quizá es más perceptible para una persona que visita el pueblo por primera vez. Me refiero a la casas y patios. Casi todas las vivienda de Calmeca tienen como característica principal un hermetismo exagerado: Bardas altas, puertas con vidrios oscuros, saguanes grandes y cerrados, además de escasas ventanas, una forma de decirle a todos "aqui no pasas" "aqui no entras". 
¿Por qué las casas estan construidas de esta forma? ¿De quien nos cuidamos o protegemos? ¿Por qué se gasta mucho dinero en "esconderse" de los demás, de los vecinos, de todo el mundo?
Pareciera que existe una desconfianza muy enfermiza que existe entre  nosotros, en los demás, en los vecinos, incluso en los amigos y familiares. Años atrás podía ser justificable no dejar ventanas cerca de la calle por el temor a las balaceras que ocurrían a cualquier hora del día, o bien por el temor de que pudieran conocer de tu vida y tu posición económica. Se entiende la presencia de bardas altas, saguanes cerrados y puertas de fierro por un "temor" a ser conocido, identificado por los demás, como lo son los fraccionamientos residenciales en las ciudades donde se gasta mucho dinero en seguridad. Un habitante de Calmeca no puede darse el lujo de dar más información de la necesaria. Los problemas se disimulan o no se cuentan, no se comparten por el temor a ser señalados a ser cuestionados a ser visto con "ojos curiosos", críticos o simplemente morbosos. 

La pregunta más importante es ¿Cómo podemos eliminar esta desconfianza entre nosotros?
¿Como eliminar esos demonios que nos aquejan desde lo más profundo de nuestros pensamientos y a su vez de las acciones que nos gobiernan?. Por el momento no hay respuesta y veo difÍcil, mas no imposible, recuperar esa confianza. Tomando como ejemplo cualquier casa de la población podemos encontrar el reflejo de estos sentimientos en edificaciones altamente reforzadas, poco estéticas y cerradas, alguien dice que son "construcciones de miedo". 

¿Cómo se pueden emprender acciones colectivas cuando la desconfianza gobierna nuestros actos? 

Ya no creemos en nadie ni en nada, ya no nos interesan los problemas de todos. Nos olvidamos que el pueblo es de todos, y todos debemos cuidarlo y cuidarnos. Cada vez que cerramos la puerta de nuestra casa dejámos el pueblo a su suerte, no me importa el vecino, no me importa como le vaya a los demas, mientras yo este bien. Esta actitud se logra ver no solo en los adultos, sino en los niños también cuando se forman en las filas por segunda o tercera vez para pedir juguete, premio o dulces siendo ventajosos sobre los demás sin importar el mínimo señalamiento de los padres o incluso con su consentimiento. 



Síntoma 2. VIVIR SOBRE LAS REGLAS

El segundo síntoma mas evidente de una sociedad poco cooperativa que habita en Calmeca tiene que ver con la posesión de la tierra. Existe un apetito voraz por poseer mas y mas tierra, nadie permite que una fracción de su terreno pase a manos del colectivo y mucho menos del vecino, aún cuando ni siquiera pueda demostrarse la posesión legal. En casi cualquier terreno, llamese propiedad, ejido, bienes comunales, existe una marcada territorialidad bastante agresiva por defender un metro o unos centímetros de terreno, y se esta dispuesto a dar todo; pelea, abogados, cercado. Tan solo es necesario voltear a ver los cercos que estan en lugares públicos como calles y barrancas. Los "propietarios" estamos dispuestos a invertir cuanto sea para marcar nuestro territorio, como lo hacen muchos animales en la naturaleza. Así hacemos saber a los demás, con alambre de púas y postes; "esto es mio y nadie me lo quita". Si mi cerco lo puedo hacer unos metros para allá y nadie me dice nada esta bien, pero nunca se permitirá dejar un metro para permitir el paso. 

¿Qué nos hace tan reacios a no ceder ni un centímetro de terreno? ¿Por qué la necesidad de tener mas y más terreno?

La lógica es la siguiente; si se tienen más metros de tierra esta bien, eso se traduce en dinero, dinero, dinero; de esta forma estaré tranquilo y seguro porque sé que un día podré sacar dinero de esta tierra, de un metro o de unos centímetros, o bien será para mi hijo. La situación es más que crítica, los problemas siempre estan presentes, el individualismo siempre esta presente, "mientras yo este bien, no me importan los demás". "Si tu no mediste tu predio es tu problema, yo ya estoy del otro lado", eso se escucha todo el tiempo. En muchas décadas no se ha pensado en los espacios comunales, por lo que a la fecha no podemos decir que Calmeca cuenta con espacios para poder realizar obras que beneficien a todos. Si el día de hoy necesitaramos construir una escuela, un hospital, una biblioteca, un mercado, una casa de la cultura, un centro deportivo o cualquier otra obra de interés común, no lo podríamos hacer porque no existen espacios destinados para este fin. El primer problema al que nos enfrentaríamos sería a comprar los terrenos para poder edificar porque el día de hoy cada metro tiene dueño. Esto tiene como consecuencia que cualquier proyecto de este tipo se duplique o triplique en su costo por el hecho de que tenemos que pagar primero el terreno. 

Mucha gente ostenta la posesión de predios sin permiso alguno, desconociendo en absoluto, con un poco de sentido común, la existencia de reglas y de autoridades para poseer de manera legal una fracción de terreno. En el campo este fenómeno es más que evidente. Cada quien hace lo que quiere, cada quien aplica su ley, no se piensa ni se entiende que lo común es de todos. Los problemas apenas empiezan, estamos viendo la punta del iceberg, en pocos años estaremos en verdaderos problemas por posesión de terrenos. Calmeca tiene una población jóven, mas de la mitad de los habitantes son menores de 30 años lo que supone un crecimiento poblacional del doble en 10 a 20 años. Como es de esperarse la demanda por tierra será mucha, el problema es que no toda la tierra es de calidad suficiente para cultivos de sorgo o maíz, pero ese es otro tema.



Síntoma 3. El AGUA, NUESTRO ETERNO PROBLEMA

Hace cinco años, aproximadamente, al presidente municipal se le ocurrió la brillante idea de colocar una bomba de agua en un pozo y construir un depóstio para surtir agua con manguera en vez de sacarla a cubetazos del pozo. Una aparente idea revolucionaria que se equipara a pegar cinta adhesiva a la fuga de un tubo de agua. Sin embargo a nadie se le había ocurrido antes. Desde que tengo memoria siempre fuímos por el agua al pozo con cuatro cantaros cargados por un burro y una cubeta para sacarla. Ir por agua al pozo es una actividad tan arraigada entre nosotros que es parte de nuestra vida cotidiana. Es tan normal para nosotros que nadie esperaría o por lo menos muy pocos protestarían por esta actividad. 
¿Hace cuanto que vamos por agua al pozo? ¿60 años? ¿80 años?
Talvez mas que eso. Sentimos un afecto importante por esta actividad que a muchos "nos gusta". Quizá por eso, en general somos buenos administradores del agua en casa, no se desperdicia tan fácil lo que costó sudor acarrear. 

Desde hace muchas décadas seguimos gastando dinero en pastura para alimento de los burros, cántaros, cubetas, lazo, bombas, tinacos, camioneta, gasolina, manguera y sobre todo TIEMPO!. Si bien el logro mas importante es disponer hoy en día de una red de agua potable, bombas y depósitos, tambien el día de hoy seguimos padeciendo la carencia de agua. No discutiré la eficiencia y programación del personal que surte agua potable a las casas cada mes, cada seis meses o cada año. La realidad es que el día de hoy seguimos gastando mucho dinero en agua para satisfcer nuestras necesidades. Aqui esta otro problema común con pocas respuestas de una sociedad organizada. Ni siquiera una necesidad básica como tener agua nos ha motivado a organizarnos para dar solución al problema. Todo se reduce en aguantar y aguantar, si tengo burro voy por agua, si tengo carro mejor, si no puedo ir por ella la compro a $100 pesos el tinaco. 

Una sociedad organizada, en un hipotético caso, ya hubiera solucionado el problema en 10 años o menos, sin embargo es nuestra realidad tan cotidiana tan arraigada, tan nuestra que no queremos dejarla ir. Es gracioso como un párroco recién llegado a la comunidad pensó que los cantaros cargados por los burros llevaban leche de vaca! Y su sorpresa fué grande cuando le dijeron que no era leche sino agua!. Esta anécdota no es más que una visión desde afuera desde otro ángulo en el que no hemos querido estar. 




Síntoma 4. 50 AÑOS IGUALES 

La siguiente fotografía que ustedes pueden apreciar fué tomada en el año 1976. La fotografía original en sepia forma parte de una colección del Sr. Gregorio Campos, reconocido fotografo de la comunida de hace mas de 35 años. En ella se aprecia un bailable regional de un grupo de alumnos de la escuela primaria Ignacio Zaragoza. Al fondo se aprecia la gente que observaba con cuidado el desempeño de los alumnos. Se logra observar la iglesia de San Juan y la presidencia Auxiliar.

¿Que tiene de especial esta fotografía?

Si bien refleja la destreza de los alumnos, hoy convertidos en señores, la atención del público, un árbol de mezquite que ya no esta presente y una iglesia como la conocemos, tambien refleja una presidencia que no ha cambiado casi nada. Lo que hoy es la comisaría ejidal, la oficina de policia y la biblioteca pública Francisco Torres Espiridión, todo junto en dos cuartos de 3.5X4 metros (que no debería estar ahi), tenía como único distintivo el techo de teja. Hoy en día esta construcción sufre de infiltraciones de agua por todos lados con el riesgo de colapsar. El resto del edificio es igual que como lo conocemos hoy. 

Desde que se tomó esta fotografía (gracias a Don Gregorio Campos) han pasado 37 años lo que equivale a decir que han pasado 13 presidentes auxiliares por la presidencia sin que hayan realizado cambio alguno a lo que representa el edificio de gobierno de la población. Es posible que haya transcurrido medio siglo o más desde que se construyó la presidencia tal como la conocemos hoy. En 37 años la presidencia auxiliar de Calmeca solo ha cambiado una fracción de techo. En 37 años únicamente se ha construido una oficina pequeña en la planta alta gracias a los comuneros y comisariado de bienes comunales en los últimos tres años.

¿Por qué una presidencia, un espacio público, un edificio de gobierno con evidentes necesidades de espacio, la imágen de la comunidad, el sitio que debería ser más emblemático por las festividades diversas, etc., no ha cambiado nada?

¿En 37 años no ha habido suficiente dinero para hacer ya no se diga cambios, adaptaciones o construcciones necesarias? ¿A los presidentes no les ha interesado cambiar? ¿No será un reflejo de nuestra falta de organización por no poner atención en un espacio que es de todos y que como nuestra casa, deberíamos cuidarla, ampliarla, cambiarla y mejorarla?

Este no es más que otro de los síntomas de lo que nos aqueja como sociedad y que como respuesta a una enfermedad, deberíamos de ponerle una cura lo antes posible.