Fidel Guerra Benítez (Cronista de San Juan Calmeca, Puebla)
En el Ejido de San Juan Calmeca,
cerca de la carretera federal No. 160, se ubica un paraje denominado localmente
“Cama Pintada”. Su nombre se debe a la existencia de una especie de oquedad rectangular labrada sobre la roca
caliza de un gran afloramiento que mira hacia el nor-oriente, a un costado de un
valle denominado “La Joya del Desmonte”. Para los campesinos de Calmeca este
sitio siempre ha sido un referente sobre el camino del pueblo y los campos de
cultivo, sin embargo muy poco se podía decir sobre el significado de la
innumerable cantidad de grabados que están presentes en este lugar. En el año
2018, a solicitud de la Presidencia Auxiliar de Calmeca y el cronista de la
población, el Centro INAH Puebla atendió con una visita por parte de un
especialista en petrograbados quien realizó un estudio preliminar sobre el
sitio y es quizá la información más cercana de lo que por generaciones nos
hemos preguntado en Calmeca; ¿Qué es este lugar y qué representa? La
información que se presenta a continuación tiene como base el reporte del Dr.
Francisco Mendiola Galván del Centro INAH Puebla sobre este sitio arqueológico,
así como algunas consideraciones históricas sobre la población.
En el sitio Cama Pintada existe
una gran cantidad de petrograbados que fueron realizados en diferentes épocas.
Los más representativos son los correspondientes al periodo prehispánico que
pudieron realizarse en el periodo posclásico (año 1200 aproximadamente), dentro
de estos grabados se encuentra la propia “cama pintada”, una especie de tina o
trono labrado sobre la matriz rocosa con grabados en los costados que
representan a personajes y fechas calendáricas de posibles eventos que quedaron
registrados. Otro elemento de ese periodo es la cabeza de serpiente que fue
labrada sobre un bloque rocoso integrado. Entre otros elementos se encuentran
contadores, “almohadas” de piedra y otros no definidos.
De mayor relevancia son los petrograbados
que representan a personajes que usan ricos vestidos, bastón de mando,
brazaletes y tocados, además de cuentas de jade que a decir del especialista
del INAH representa a los pochtecas, un gremio de la sociedad
mexica cuya tarea fue la de mercaderes, emisarios y hasta “espías” del Tlatoani
de Tenochtitlan hacia los pueblos del sur. Por lo tanto, los elementos
presentes en Cama Pintada sugieren que pudo ser un sitio ceremonial en la ruta
de los pochtecas hacia el sur de Puebla y la mixteca poblana, o bien
entre las conexiones de Itzocan con el centro de México.
Debido a la baja dureza de este
tipo de roca, así como la facilidad de acceso, el sitio Cama Pintada ha sido
lugar de expresión de diferentes generaciones de habitantes de Calmeca, así
podemos encontrar petrograbados de iglesias, zoomorfos, abstractos, letras y
antropomorfos. Por la cercanía de este sitio con la población actual de Calmeca
podríamos suponer que una población se estableció en el mismo lugar y pudiera
ser este el Calmeca antiguo. La cercanía al Río Ahuehueyo y el valle de tierras
fértiles frente a Cama Pintada refuerzan esta idea, sin embargo muchos
vestigios de viviendas, cerámica, piedras labradas y cuentas de jade, se han
encontrado en los alrededores de la actual población de Calmeca.
La importancia de la población de
Calmeca en el periodo prehispánico quedo representada en el “Lienzo de
Cuexpala” y esa es quizá la referencia más antigua de su existencia. Este
Lienzo-Códice fabricado en tela de algodón café coyuchi pintado con tintes naturales, fue realizado en la segunda mitad del siglo
XVI y en él se representan los límites territoriales de un señorío, un espacio
geográfico que pudiera delimitar las posesiones de agua y tierras de las
poblaciones asentadas en esta parte de la región mientras se iban desarrollando
las haciendas y se iban posesionando de territorio en ese periodo colonial. En un
extremo del lienzo se ubica el topónimo CALMECATITLA y está representado por
un señor sentado en un icpalli con el
glifo de Calli (CASA) de la que sale una cuerda o mecate. Ese poblado es sin
duda la actual población de Calmeca
la cual está unida a la población de Cuexpala por un camino de huellas humanas.
Entre muchos elementos presentes en este códice, destaca una posible
discrepancia entre el señor de Calmecatitla con el señor de Cuexpala por el
pago de un tributo, situación que refleja la dinámica de las relaciones en esta
región de la Cotlalpan.
Para fortuna de los habitantes de
Calmeca, Cama Pintada ha persistido hasta nuestros días a pesar de las
inclemencias del tiempo y en la actualidad representa un patrimonio histórico.
Hasta hace pocos años se ha reconocido su importancia por especialistas y por los
propios habitantes de Calmeca. Su relevancia quedara de manifiesto a medida que
se vaya generando mayor investigación arqueológica y se vayan realizando las
gestiones para convertirlo en un sitio arqueológico.
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