jueves, 28 de enero de 2021

El lienzo de Cuetzpala y el Calmeca prehispánico

 



El Lienzo de Cuetzpala

*Fidel Guerra Benítez, Cronista de San Juan Calmeca, Puebla.


El LIENZO DE CUETZPALA fue pintado sobre una tela de algodón café claro llamado Coyuchi, está formado por cuatro tiras de 1.53 cm de largo por 45 cm de ancho aproximadamente, tejidas en telar de cintura con la técnica de zarga. Los pigmentos utilizados en su elaboración fueron azul maya, rojo cochinilla, negro humo y amarillo ocre. La fecha de su elaboración se sitúa entre 1550 y 1580. Por su contenido se clasifica como un documento histórico-cartográfico ya que en este se registra un pasaje de la historia de los pueblos de Cuetzpala y Calmecatitla, así como los lugares circundantes que fueron el escenario de estos acontecimientos. Los personajes que son registrados son identificados por sus nombres escritos en la manera tradicional indígena por medio de glifos y están relacionados entre sí por caminos formados por huellas humanas.

En el lienzo se presentan los límites territoriales de lo que representa un señorío, un espacio geográfico que pudiera delimitar las posesiones de agua y tierras de las poblaciones asentadas en esta parte de la región denominada en ese periodo como la Cotlalpan. En el extremo oriental del lienzo se ubica el topónimo CALMECATITLA y está representado por un señor sentado en un icpalli con el glifo de Calli (CASA) de la que sale una cuerda o mecate. Ese poblado es sin duda la actual población de CALMECA la cual se une a la población de Cuexpala por un camino de huellas humanas.

El lienzo de Cuezpala o también llamado Códice de Cuexpala, tiene una historia desafortunada ya que fue "robado" y sustituido por una copia que se mandó a realizar aproximadamente en 1950. El lienzo original fue comprado en una subasta en la ciudad de Nueva York por Fundación Televisa en 1975, por lo que en la actualidad es parte de la Colección de Arte Prehispánico de la Dirección de Artes Visuales de Fundación Televisa. Los pobladores de Cuexpala sin saber que se trataba de una copia, la resguardaron como el lienzo original hasta que en 1987 fue entregado al centro INAH de Puebla para su restauración y preservación.

Gracias a las autoridades del pueblo de Cuexpala, este documento histórico permaneció como parte del archivo civil y llego hasta nuestros días, a pesar de los pesares. Para la historia de la región y principalmente de Calmeca, esta fuente es fundamental para comprender los orígenes de nuestro pueblo, para entender las raíces profundas de nuestra gente y nuestra cultura. Este lienzo y todo lo que registra, es un puno de partida para entender la historia y ver con perspectiva el futuro para nuestras comunidades.


Referencias

Fernando Sánchez. 2002. El lienzo de Cuetzpala, Puebla, un estudio integral. CONACULTA / Instituto Nacional de Antropología e Historia. ISBN 9701883594

Rosalba Sánchez Flores e Itzel González Pérez. 2014. Cuetzpala, dos lienzos una historia. Editorial Letra Antigua. 143 pp. ISBN 6077950068, 9786077950066


*melox.guerra@gmail.com,  mefiguer@protonmail.com


domingo, 17 de enero de 2021

Generalidades sobre San Juan Calmeca, Tepexco, Puebla.

                                                                       


Biól. Fidel Guerra Benítez

Calmeca del náhuatl Calli-Casa y Mecatl-Hilos de maguey, es una población del suroeste del Estado de Puebla, perteneciente al Municipio de Tepexco. Los orígenes del pueblo de San Juan Calmeca pueden remontarse algunos cientos de años atrás. Existe evidencia de asentamientos humanos en este lugar que corresponden al  periodo del dominio Mexica, aproximadamente en el año 1200 d.C. Posteriormente en la época de la colonia, Calmeca aportó mano de obra para las haciendas de Matlala, Colon y Rijo. Los registros parroquiales más antiguos mencionan a Calmeca con el nombre de Calmecatitlan en 1647, por lo que a consideración de especialistas el nombre náhuatl de Calmecatitlan o Calmecatitla se refiere a "El linaje de las casas". El monumento religioso más importante de la población es la iglesia perteneciente a la orden de los Agustinos que está dedicada al patrón San Juan Apóstol y Evangelista cuya celebración mas importante ocurre el día 27 de diciembre.

Calmeca se caracteriza en el aspecto religioso por poseer celebraciones a lo largo de todo el año con mayordomías dedicadas a las diferentes imágenes religiosas que se encuentran en el templo, además de las festividades del calendario litúrgico. Estas celebraciones tienen como distintivo las diferentes manifestaciones tradicionales musicales, gastronómicas y pirotécnicas que son muy representativas de la población.

El censo general de población y vivienda 2010 reporta una población de 4750 habitantes, sin embargo ese dato subestima en gran medida la población que labora en los centros de trabajo del estado de Morelos y Puebla, además de que no considero una población numerosa de emigrantes que desde los años 80s se encuentran en los Estados Unidos. En la actualidad la población de Calmeca oscila entre 7500 y 9000 habitantes, siendo el grupo más numeroso el de los jóvenes (menores de 28 años) que constituyen el 65 % de la población total. El sector productivo primario es el más importante (campesinos, ganaderos y productores), sin embargo un número similar se especializa en los oficios de albañilería, carpintería, fontanería y comercio. También un número importante de artesanos fabrican piezas de palma que son una fuente de ingresos adicional para las familias.

Calmeca es un pueblo con una gastronomía variada que incluyen tamales, pipianes, moles, dulces y una amplia variedad de alimentos que son obtenidos de la milpa de temporal. También es una población con tradición musical amplia ya que hasta hace unos años predominaban numerosas agrupaciones musicales de banda de viento con una variedad de piezas musicales para mayordomías, ocasiones fúnebres, joviales, entre otras.

 

OROGRAFÍA

Calmeca se ubica dentro de un macizo montañoso que se extiende desde las faldas del Popocatépetl. Las elevaciones más importantes son el Cerro Prieto que alcanza los 1700 metros sobre el nivel medio del mar, el cerro Xiloxóchitl, Cerro Las Iguanas y El Almulo.


HIDROGRAFÍA

Calmeca se ubica en la cuenca del Río Balsas y a la subcuenca del Río Nexapa. Los ríos más importantes son el Río Grande hacia el oeste y el Ahuehueyo que se ubican hacia el este del Municipio sin entrar propiamente dentro del Ejido. En la población solo se encuentra un arroyo que nace en la zona más baja y posteriormente se une al Río Grande.


CLIMA

El clima predominante es el Cálido Subhúmedo con lluvias en verano. Existe una marcada estacionalidad de lluvias que va de junio a septiembre y una de secas de octubre a mayo.

 

RECURSOS NATURALES

El tipo de vegetación que predomina en Calmeca es la Selva Baja Caducifolia, siendo este el tercer ecosistema mexicano más rico en especies de plantas y animales. En este tipo de selva tiene su origen el camote, el maíz, el tomate, la calabaza, entre otras plantas de importancia alimenticia para el hombre


FLORA

Árboles, arbustos y hierbas diversas componen la flora de Calmeca. Los principales árboles de la selva de Calmeca son las cactáceas columnares, las acacias y los copales. Otros tipos de árboles son los ciruelos, los mezquites y los cazahuates. Usos de las plantas: comestibles, medicinales, combustibles (leña), ornamentales, construcción y artesanales. 

 

 FAUNA

Reptiles y anfibios (iguanas, lagartijas, culebras, serpientes, ranas y sapos, camaleones, etc.), 60 especies conocidas a la fecha.

Mamíferos (ratones, murciélagos, coyotes, zorra, zorrillo, venado, ocelote, etc.), 25 especies.

Aves (chachalacas, gorriones, calandrias, palomas, etc.), aproximadamente 50 especies, algunas de ellas migratorias.

Insectos, son los más numerosos los cuales son variados a lo largo del año (chapulines, grillos, mariposas, polillas, libélulas, moscas, mosquitos, pulgones, cigarras, escarabajos, abejas, avispas, hormigas, etc.)

domingo, 20 de diciembre de 2020

EL SITIO ARQUEOLÓGICO “CAMA PINTADA” EN CALMECA PUEBLA

 

Fidel Guerra Benítez (Cronista de San Juan Calmeca, Puebla)



En el Ejido de San Juan Calmeca, cerca de la carretera federal No. 160, se ubica un paraje denominado localmente “Cama Pintada”. Su nombre se debe a la existencia de una especie de  oquedad rectangular labrada sobre la roca caliza de un gran afloramiento que mira hacia el nor-oriente, a un costado de un valle denominado “La Joya del Desmonte”. Para los campesinos de Calmeca este sitio siempre ha sido un referente sobre el camino del pueblo y los campos de cultivo, sin embargo muy poco se podía decir sobre el significado de la innumerable cantidad de grabados que están presentes en este lugar. En el año 2018, a solicitud de la Presidencia Auxiliar de Calmeca y el cronista de la población, el Centro INAH Puebla atendió con una visita por parte de un especialista en petrograbados quien realizó un estudio preliminar sobre el sitio y es quizá la información más cercana de lo que por generaciones nos hemos preguntado en Calmeca; ¿Qué es este lugar y qué representa? La información que se presenta a continuación tiene como base el reporte del Dr. Francisco Mendiola Galván del Centro INAH Puebla sobre este sitio arqueológico, así como algunas consideraciones históricas sobre la población.

En el sitio Cama Pintada existe una gran cantidad de petrograbados que fueron realizados en diferentes épocas. Los más representativos son los correspondientes al periodo prehispánico que pudieron realizarse en el periodo posclásico (año 1200 aproximadamente), dentro de estos grabados se encuentra la propia “cama pintada”, una especie de tina o trono labrado sobre la matriz rocosa con grabados en los costados que representan a personajes y fechas calendáricas de posibles eventos que quedaron registrados. Otro elemento de ese periodo es la cabeza de serpiente que fue labrada sobre un bloque rocoso integrado. Entre otros elementos se encuentran contadores, “almohadas” de piedra y otros no definidos.

De mayor relevancia son los petrograbados que representan a personajes que usan ricos vestidos, bastón de mando, brazaletes y tocados, además de cuentas de jade que a decir del especialista del INAH representa a los pochtecas, un gremio de la sociedad mexica cuya tarea fue la de mercaderes, emisarios y hasta “espías” del Tlatoani de Tenochtitlan hacia los pueblos del sur. Por lo tanto, los elementos presentes en Cama Pintada sugieren que pudo ser un sitio ceremonial en la ruta de los pochtecas hacia el sur de Puebla y la mixteca poblana, o bien entre las conexiones de Itzocan con el centro de México.

Debido a la baja dureza de este tipo de roca, así como la facilidad de acceso, el sitio Cama Pintada ha sido lugar de expresión de diferentes generaciones de habitantes de Calmeca, así podemos encontrar petrograbados de iglesias, zoomorfos, abstractos, letras y antropomorfos. Por la cercanía de este sitio con la población actual de Calmeca podríamos suponer que una población se estableció en el mismo lugar y pudiera ser este el Calmeca antiguo. La cercanía al Río Ahuehueyo y el valle de tierras fértiles frente a Cama Pintada refuerzan esta idea, sin embargo muchos vestigios de viviendas, cerámica, piedras labradas y cuentas de jade, se han encontrado en los alrededores de la actual población de Calmeca.

La importancia de la población de Calmeca en el periodo prehispánico quedo representada en el “Lienzo de Cuexpala” y esa es quizá la referencia más antigua de su existencia. Este Lienzo-Códice fabricado en tela de algodón café coyuchi pintado con tintes naturales,  fue realizado en la segunda mitad del siglo XVI y en él se representan los límites territoriales de un señorío, un espacio geográfico que pudiera delimitar las posesiones de agua y tierras de las poblaciones asentadas en esta parte de la región mientras se iban desarrollando las haciendas y se iban posesionando de territorio en ese periodo colonial. En un extremo del lienzo se ubica el topónimo CALMECATITLA y está representado por un señor sentado en un icpalli con el glifo de Calli (CASA) de la que sale una cuerda o mecate. Ese poblado es sin duda la actual población de Calmeca la cual está unida a la población de Cuexpala por un camino de huellas humanas. Entre muchos elementos presentes en este códice, destaca una posible discrepancia entre el señor de Calmecatitla con el señor de Cuexpala por el pago de un tributo, situación que refleja la dinámica de las relaciones en esta región de la Cotlalpan.

Para fortuna de los habitantes de Calmeca, Cama Pintada ha persistido hasta nuestros días a pesar de las inclemencias del tiempo y en la actualidad representa un patrimonio histórico. Hasta hace pocos años se ha reconocido su importancia por especialistas y por los propios habitantes de Calmeca. Su relevancia quedara de manifiesto a medida que se vaya generando mayor investigación arqueológica y se vayan realizando las gestiones para convertirlo en un sitio arqueológico.

Su condición no oficial por el INAH en este momento pone en riesgo el sitio ya que por un lado el intemperismo ha dañado la roca y muchos grabados se han ido borrando y en algunos casos se han perdido los tintes originales. Por otro lado la irresponsabilidad de vecinos y visitantes quienes han realizado difusión a través de sus redes sociales como un sitio turístico,  lo somete a un proceso de mayor deterioro por una mayor afluencia de visitantes, quienes sin restricciones pueden dañar en el mejor de los casos o extraer elementos que son muy importantes para la investigación arqueológica. Deseamos todos que en el futuro podamos disfrutar de ese emblemático sitio de nuestra cultura en Calmeca y apreciar estos grabados que tienen mucho que contarnos.


miércoles, 4 de marzo de 2020

Los Cambios De Una Década

Los orígenes del pueblo de San Juan Calmeca pueden remontarse muchos años atrás, algunos cientos de años. Existe evidencia de asentamientos humanos en este lugar que corresponden al periodo del dominio Mexica, aproximadamente en el año 1200 D. C. Varios siglos después, en el periodo que siguió la Revolución Mexicana, el pueblo de Calmeca fue dotado de un ejido que según algunas versiones correspondía a un amplio territorio que abarcaba desde el Rio de Ahuehueyo, cerca de Cuexpala, hasta el río de Tepexco o Río Grande. El plano del ejido dotado a Calmeca corresponde al año de 1925 y tenía como límite sur el arroyo del pueblo donde se ubican los pozos de agua y se extendía hacia el norte cercano al límite que conocemos hoy. Un amplio espacio para una población relativamente pequeña, pero que hablaba de la importancia de Calmeca en la lucha armada. En aquellos tiempos el espacio de viviendas de Calmeca no llegaba a las diez manzanas limitadas por unas ocho calles donde habitaban aproximadamente unas 1200 personas. Esto último lo sabemos porque en fechas recientes pudimos lograr tener acceso al 5o censo nacional de población de 1930 para Calmeca, el cual arroja mucha información importante que nos permite mirar 90 años hacia atrás.

Esta revisión histórica rápida nos conduce a una reflexión sobre los cambios que han ocurrido en nuestra comunidad y basta retomar los últimos diez años para entender el ritmo acelerado con el que se modifica el paisaje debido a la demografía. En este periodo, además de las cuatro colonias ya conocidas (San Miguel, San Mateo, San Antonio y Benito Juárez), se sumaron las colonias de San Lucas, Cristo Rey, La Nopalera y Las Flores. En el futuro pudieran sumarse como colonias los asentamientos que están teniendo lugar en los parajes de "El Llano", "Chiapan", "La Mesa" y posiblemente "Los Guayabos", además de los alrededores del Bachillerato y Colonia San Mateo. Este acelerado cambio de uso de suelo se desarrolla no solo sobre las propiedades, sino también sobre terrenos ejidales y comunales, y al mismo tiempo explica otros cambios sorprendentes como la forma de transportarse dentro de la comunidad la cual se ha modificado rápidamente.

Si utilizamos el transporte público como un termómetro para medir cambios a nivel social y espacial es pertinente hacer un recorrido histórico empezando con el primer medio de transporte conocido; los burritos, los cuales fueron introducidos por los Europeos durante la Colonia Española. Los burritos fueron los medios de transporte de los que había hecho uso la gente de nuestra población hasta 1960, sin dejar de lado los caballos, machos y mulas las cuales estaban al alcance solo de algunas personas. Con los burritos se transportaba la gente a los campos de cultivos y con ellos se araba la tierra. Fueron los medios para desplazar la mercancía desde Izucar de Matamoros y las cosechas de los campos. También se usaban para la venta de productos como la leña, maíz y cacahuate hacia las comunidades aledañas. Quizá el viaje más largo que un desafortunado burrito logró hacer fue el recorrido desde Calmeca hacia comunidades cercanas al Popocatepetl como Tochimilco y Yancuitlalpan para conseguir "murillos" de pino para la construcción de los techos de las casas. En el año de 1962 se inauguró la carretera federal número 160 y a partir de entonces Calmeca quedo comunicada con las Ciudades de Cuautla Morelos e Izúcar de Matamoros, con ella llegaron los primeros vehículos automotores a la comunidad aunque los burritos se siguen utilizando hasta nuestros días.

El año 2017 nos sorprendió con la llegada de los mototaxis a nuestra comunidad. Los mototaxis no son nuevos en la región y aunque los conocíamos en otros lugares, lo sorprendente en Calmeca fue que las primeras unidades (denominadas "calandrias"), no tardaron más de dos meses en funcionamiento e inmediatamente fueron sustituidos por los mototaxis comerciales fabricados en La India.

Los inversionistas de la comunidad no tardaron en adquirir un mototaxi debido a que vieron un potencial de negocio enorme, de tal suerte que a la fecha de ese escrito, circulan por nuestra población unas 50 unidades que dan la impresión de que todo es más rápido. Es posible que una comunidad creciente como Calmeca con sus cerca de 8500 habitantes en la actualidad pueda sustentar todos estos mototaxis. Esto nos habla de la capacidad creciente de su fuerza laboral, no obstante de que carecemos de fuentes de empleo permanentes al interior de la comunidad. De esta forma la dinámica de la población incluye la circulación constante de tantos mototaxis  al mismo tiempo que exige la creación y aplicación de reglamentos para que lejos de resolver un problema no generen otros como ruido, accidentes, falta de respeto, contaminación, congestión vehicular y otros.

La tendencia demográfica en estos momentos amenaza con un crecimiento de la población de Calmeca en los siguientes quince a veinte años, el cual puede alcanzar el doble (15 000 a 20 000 habitantes) y ante este escenario surgen varias interrogantes que debemos considerar desde la sociedad, así como gobierno municipal, auxiliar y comisariados. El incremento de habitantes y el consecuente incremento de espacio a la vivienda requerirán el suministro de servicios básicos como agua, alumbrado, drenaje, pavimentación, seguridad y escuelas. Sin embargo, también deben de cubrirse otros aspectos como la oferta de empleo, las reglas de convivencia, la regularización del uso de suelo, el cuidado del medio ambiente, la ampliación de los espacios para cultivos, entre otras. Por lo tanto los desafíos que enfrentamos en Calmeca en el futuro inmediato son de un tamaño considerable que requerirá de muchos esfuerzos, imaginación y trabajo en equipo. La pregunta importante que debemos hacernos en este momento es: ¿estamos listos?


martes, 17 de enero de 2017

La segunda torre de la Iglesia de San Juan

El templo de San Juan Calmeca, dedicado al Apóstol San Juan es el monumento más emblemático de la población. Es una construcción de 700 m2 asentada sobre una loma de roca solida que se ubica en el centro de la población actual. De acuerdo a la versión del Padre Belisario (qepd), la construcción pertenece a la orden de los Agustinos y su construcción pudo ocurrir entre 1580 y 1620.
La orientación de la iglesia es de oriente-poniente e inicialmente fue construida con una sola torre, la que corresponde al lado sur y donde se ubica el campanario. Tomando como referencia el testimonio de diversas personas de mayor edad en la población podemos decir que en el año 1962 la señora Joaquina Juárez, tía del Sr. Moises Juárez (para citar un parentesco como referencia), siendo una persona que sobresalía económicamente en el pueblo por la posesión de mucho ganado, solventó la construcción de la segunda torre del costado norte, cuyo acabado fue idéntico a la torre original. Así, a partir de este año la Iglesia de Calmeca tendría la vista que todos conocemos.


Recreación de la Iglesia de San Juan Apóstol y Evangelista San Juan Calmeca, Pue., antes de 1962

martes, 28 de mayo de 2013

LA RANA


LA RANA

Se escucha a lo lejos el rugir de un motor a disel, solo puede ser un camión, el único que pasa por aqui, ya vine! me tengo que apurar. Estamos en 1960, tomo mi morral con los tacos y el calabazo de agua, mi sombrero y machete. Aqui afuera lo espero, talvez viene lleno pero en la mañana siembre hay lugar. Ahi viene, un Chrevrolet 1951 color verde, por eso lo llaman "LA RANA" todos lo conocen así por su color y sus faros saltones. Viene gente de fuera, de Tenango, a lo mejor alguna diligencia de la Hacienda que va a Rijo o a Colón. Le hago la parada, me da pena subir, quien sabe si viene algún conocido, nomas voy a La Molo patrón. 

Hay un lugar desocupado, me siento, empieza el viaje, de esta calle se va hacia la barranca, luego pasa el arroyo, un poco crecido por las aguas del temporal, nada que represente un obstaculo a este camión alto. No se vaya a caer como un día uno se fue reculando y cayo cerquita del pozo de agua, muchos salimos a empujar el camión y así lo sacamos, a pura fuerza bruta. Ese día creo le fallaron los frenos.

El arroyo marca los límites del pueblo con el ejido, por aqui nomas unos viven, pero el camino ya le pusimos piedras y ya no se hace tan feo con el lodo, aún así le falta trabajo. Ya voy en el terrero, cualquiera lo reconoce porque aqui la tierra es blanquizca, hasta de noche se ve bien aqui, refleja la luz de la luna, pedregoso el camino, ojalá y no este crecido el Río de Xala, pero a esta hora ya bajo la corriente aunque anoche llovió mucho.

Empieza a subir por el camino de El Guayabo, se ven yuntas de bueyes labrando la milpa o ya van por la segunda con los cacahuates, hijole a ver si no me ganan, en mi tierra la hierba ya debe estar crecida, el acagual es el que se va rapido, lo bueno es que siempre hay halachis. El cascabeleo del motor y los crujidos del chasis se oyen hasta el cerro Tiopilo, aqui todos saben a que hora pasa el camión. La subida pedregosa de La Molo es la más difícil, donde esta más empinado a veces La Rana se detiene, pero el operador ya le sabe. Los pitayos ya cuajaron la flor, en un mes ya estan maduras. Reconozco bien cuales son las blancas de por aqui, las solferinas y las anaranjadas a veces nomas' se las comen los pajaros. Mi tencolote esta bueno, apenas el año pasado lo hice y el palo dulce dura mucho si no se moja. Los nananchil de por aqui siempre cargan grandes y dulces, hay en todo el camino.

Unos platican aqui junto que ya van a venir a medir la carretera, dicen que va a pasar por el llano de Calmeca, que en un año empiezan. Si se hace ya nos va a quedar bien la carretera, ya no vamos a ir en burro a Matamoros a las compras de todos santos o para el doctor y las medicinas. Ojala y lo hagan. 

Ya empieza a bajar el camión, de aqui se ve el chacuaco de la hacienda de Matlala, hace unos veinte años que dejó de funcionar. Desde aqui se ve nublado hasta allá en San Felipe, del otro lado se ven unas casitas de Coatepec. Ya voy a bajar, me queda mas facil donde se abre el camino a Matlala, señor aqui bajo le pago tres pesos al cobrador y me da cincuenta centavos de cambio, gracias.

La Rana se va por el camino a Coatepec, cruza el río de Ahuehueyo, por ahi dicen que colgaron a uno en un amate, uno que robaba, según que para que escarmienten los que les gusta lo ajeno. Luego la Rana baja a Cuexpala y pasa el río junto a la Hacienda de Rijo ahi bajan siempre algunas gentes, luego sigue por los cañales de la hacienda y llega a la otra, la de Colón ahi para donde pasa agua por los arcos de piedra. Mas adelante ya esta cerquita la vía, ahi pasa el tren que lleva cal, maíz, frijol y muchas cosas, también gente que va de Matamoros para Axochiapan. Como a la 1 o dos de la tarde esta llegando a Matamoros, se va junto a la vía del tren. Me tengo que apurar para agarrar La Rana que pasa a las 4 de la tarde, si tuviera burro no la espero, pero mi hijo se los llevó a la leña, le voy a echar ganas un rato.



Chevrolet sapo fabricado entre 1947 y 1953 en Latinoamerica. Esta foto corresponde a un camión de Costa Rica y es el modelo que presumiblemente circulaba en la ruta de Cuautla, Izucar de Matamoros y Oaxaca a partir de 1945 a 1960. En esas fechas aún no existía la carretera federal número 160, la que pasa por Calmeca, la cual se construyó de 1962 a 1964. 

En 1935 se creó el SINDICATO DE PROPIETARIOS DE AUTOCAMIONES FLECHA ROJA, el antecesor de lo que hoy es el Omnibús Cristobal Colón y LA RANA figuraba como unos de los camiones que pajaseaban por los caminos difíciles de la ruta de la mixteca.

A continuación se presenta una reconstrucción del Camino Real que comunicaba a las poblaciones de Tenango, Tepexco, Calmeca, Cuexpala, Rijo, Colon, e Izucar de Matamoros donde circulaba LA RANA por los caminos de terracería. Cualquier contribución a la reconstrucción de esta historia es bienvenida.






miércoles, 15 de mayo de 2013

SÍNTOMAS



EPISODIOS NEGROS EN LA HISTORIA DE CALMECA


Los diferentes episodios históricos que Calmeca ha vivido definitivamente han marcado la vida y el comportamiento de sus habitantes. Podemos citar en base a testimonios orales que la década de los 50´s y 60's fueron de las más dificiles que permanece en la memoria de muchas personas por la presencia de dos bandos políticos importantes que perseguían la gobernabilidad del Pueblo. En aquellos tiempos el Partido Nacional Agrarista y la Confederación Regional Obrera Mexicana eran los dos fuertes ideológicos que marcaban la vida política del pueblo. Los testimonios de la gente que vivió en esos años indican que fueron tiempos difíciles llenos de traiciones, asesinatos, secuestros y abuso de poder. Personas con apellidos Aguilar, Linares y Campos estuvieron involucrados en conocidos eventos criminales que marcaron esas décadas y que influyeron en la organización de la gente. Posteriormente en los años 80´s, este marcado partidismo continuó vigente, la rivalidad exacerbada era motivo de extorsiones, secuestros, corrupción, asesinatos y demás crímenes cometidos contra los habitantes de la población. Dos bandos criminales asediaban a la población provocando un ambiente de miedo. Vehículos extraños a la comunidad eran asaltados, desvalijados y robados. En la carretera federal hubo bloqueos para robar a los vehículos que circulaban en la noche, situación que culmino con la entrada del ejército. Todo esto sumado a un alto analfabetismo hacían de Calmeca una comunidad sin capacidad de respuesta u organización por parte de los habitantes. Se puede concluir entonces que estas fueron las principales causas para una vida llena de conflictos y sin miras al desarrollo, por lo menos hasta los años 80's. 

Los años que vivimos son el efecto de todos los factores históricos mencionados. En la actualidad como población seguimos padeciendo los estragos de esos eventos históricos que retrasaron en varias décadas el desarrollo de una sociedad cooperativa y organizada. Sumados los factores externos que trajeron los cambios de la década de los 80's y 90's con la alta tasa de migración de jóvenes a los Estados Unidos en la actualidad se han ido tres décadas y no hemos terminado de organizarnos, no hemos tenido la oportunidad de enmendar nuestro pasado negro como población. Vale la pena detenerse aqui y echar un vistazo hacia atrás para analizar cuales son los factores actuales que determinan nuestra falta de organización, identificados como síntomas. La intención de estas reflexiones son la de mirarnos a un espejo para que de esa forma tomemos una decisión que el tiempo y la población lo exige.




Síntomas de la falta de organización y desarrollo

Síntoma 1. ESCÓNDETE Y DESCONFÍA, MIENTRAS YO ESTE BIEN NO ME IMPORTAN LOS DEMÁS

Cualquier persona que vive en Calmeca puede nunca percatarse de un hecho que es muy evidente y que quizá es más perceptible para una persona que visita el pueblo por primera vez. Me refiero a la casas y patios. Casi todas las vivienda de Calmeca tienen como característica principal un hermetismo exagerado: Bardas altas, puertas con vidrios oscuros, saguanes grandes y cerrados, además de escasas ventanas, una forma de decirle a todos "aqui no pasas" "aqui no entras". 
¿Por qué las casas estan construidas de esta forma? ¿De quien nos cuidamos o protegemos? ¿Por qué se gasta mucho dinero en "esconderse" de los demás, de los vecinos, de todo el mundo?
Pareciera que existe una desconfianza muy enfermiza que existe entre  nosotros, en los demás, en los vecinos, incluso en los amigos y familiares. Años atrás podía ser justificable no dejar ventanas cerca de la calle por el temor a las balaceras que ocurrían a cualquier hora del día, o bien por el temor de que pudieran conocer de tu vida y tu posición económica. Se entiende la presencia de bardas altas, saguanes cerrados y puertas de fierro por un "temor" a ser conocido, identificado por los demás, como lo son los fraccionamientos residenciales en las ciudades donde se gasta mucho dinero en seguridad. Un habitante de Calmeca no puede darse el lujo de dar más información de la necesaria. Los problemas se disimulan o no se cuentan, no se comparten por el temor a ser señalados a ser cuestionados a ser visto con "ojos curiosos", críticos o simplemente morbosos. 

La pregunta más importante es ¿Cómo podemos eliminar esta desconfianza entre nosotros?
¿Como eliminar esos demonios que nos aquejan desde lo más profundo de nuestros pensamientos y a su vez de las acciones que nos gobiernan?. Por el momento no hay respuesta y veo difÍcil, mas no imposible, recuperar esa confianza. Tomando como ejemplo cualquier casa de la población podemos encontrar el reflejo de estos sentimientos en edificaciones altamente reforzadas, poco estéticas y cerradas, alguien dice que son "construcciones de miedo". 

¿Cómo se pueden emprender acciones colectivas cuando la desconfianza gobierna nuestros actos? 

Ya no creemos en nadie ni en nada, ya no nos interesan los problemas de todos. Nos olvidamos que el pueblo es de todos, y todos debemos cuidarlo y cuidarnos. Cada vez que cerramos la puerta de nuestra casa dejámos el pueblo a su suerte, no me importa el vecino, no me importa como le vaya a los demas, mientras yo este bien. Esta actitud se logra ver no solo en los adultos, sino en los niños también cuando se forman en las filas por segunda o tercera vez para pedir juguete, premio o dulces siendo ventajosos sobre los demás sin importar el mínimo señalamiento de los padres o incluso con su consentimiento. 



Síntoma 2. VIVIR SOBRE LAS REGLAS

El segundo síntoma mas evidente de una sociedad poco cooperativa que habita en Calmeca tiene que ver con la posesión de la tierra. Existe un apetito voraz por poseer mas y mas tierra, nadie permite que una fracción de su terreno pase a manos del colectivo y mucho menos del vecino, aún cuando ni siquiera pueda demostrarse la posesión legal. En casi cualquier terreno, llamese propiedad, ejido, bienes comunales, existe una marcada territorialidad bastante agresiva por defender un metro o unos centímetros de terreno, y se esta dispuesto a dar todo; pelea, abogados, cercado. Tan solo es necesario voltear a ver los cercos que estan en lugares públicos como calles y barrancas. Los "propietarios" estamos dispuestos a invertir cuanto sea para marcar nuestro territorio, como lo hacen muchos animales en la naturaleza. Así hacemos saber a los demás, con alambre de púas y postes; "esto es mio y nadie me lo quita". Si mi cerco lo puedo hacer unos metros para allá y nadie me dice nada esta bien, pero nunca se permitirá dejar un metro para permitir el paso. 

¿Qué nos hace tan reacios a no ceder ni un centímetro de terreno? ¿Por qué la necesidad de tener mas y más terreno?

La lógica es la siguiente; si se tienen más metros de tierra esta bien, eso se traduce en dinero, dinero, dinero; de esta forma estaré tranquilo y seguro porque sé que un día podré sacar dinero de esta tierra, de un metro o de unos centímetros, o bien será para mi hijo. La situación es más que crítica, los problemas siempre estan presentes, el individualismo siempre esta presente, "mientras yo este bien, no me importan los demás". "Si tu no mediste tu predio es tu problema, yo ya estoy del otro lado", eso se escucha todo el tiempo. En muchas décadas no se ha pensado en los espacios comunales, por lo que a la fecha no podemos decir que Calmeca cuenta con espacios para poder realizar obras que beneficien a todos. Si el día de hoy necesitaramos construir una escuela, un hospital, una biblioteca, un mercado, una casa de la cultura, un centro deportivo o cualquier otra obra de interés común, no lo podríamos hacer porque no existen espacios destinados para este fin. El primer problema al que nos enfrentaríamos sería a comprar los terrenos para poder edificar porque el día de hoy cada metro tiene dueño. Esto tiene como consecuencia que cualquier proyecto de este tipo se duplique o triplique en su costo por el hecho de que tenemos que pagar primero el terreno. 

Mucha gente ostenta la posesión de predios sin permiso alguno, desconociendo en absoluto, con un poco de sentido común, la existencia de reglas y de autoridades para poseer de manera legal una fracción de terreno. En el campo este fenómeno es más que evidente. Cada quien hace lo que quiere, cada quien aplica su ley, no se piensa ni se entiende que lo común es de todos. Los problemas apenas empiezan, estamos viendo la punta del iceberg, en pocos años estaremos en verdaderos problemas por posesión de terrenos. Calmeca tiene una población jóven, mas de la mitad de los habitantes son menores de 30 años lo que supone un crecimiento poblacional del doble en 10 a 20 años. Como es de esperarse la demanda por tierra será mucha, el problema es que no toda la tierra es de calidad suficiente para cultivos de sorgo o maíz, pero ese es otro tema.



Síntoma 3. El AGUA, NUESTRO ETERNO PROBLEMA

Hace cinco años, aproximadamente, al presidente municipal se le ocurrió la brillante idea de colocar una bomba de agua en un pozo y construir un depóstio para surtir agua con manguera en vez de sacarla a cubetazos del pozo. Una aparente idea revolucionaria que se equipara a pegar cinta adhesiva a la fuga de un tubo de agua. Sin embargo a nadie se le había ocurrido antes. Desde que tengo memoria siempre fuímos por el agua al pozo con cuatro cantaros cargados por un burro y una cubeta para sacarla. Ir por agua al pozo es una actividad tan arraigada entre nosotros que es parte de nuestra vida cotidiana. Es tan normal para nosotros que nadie esperaría o por lo menos muy pocos protestarían por esta actividad. 
¿Hace cuanto que vamos por agua al pozo? ¿60 años? ¿80 años?
Talvez mas que eso. Sentimos un afecto importante por esta actividad que a muchos "nos gusta". Quizá por eso, en general somos buenos administradores del agua en casa, no se desperdicia tan fácil lo que costó sudor acarrear. 

Desde hace muchas décadas seguimos gastando dinero en pastura para alimento de los burros, cántaros, cubetas, lazo, bombas, tinacos, camioneta, gasolina, manguera y sobre todo TIEMPO!. Si bien el logro mas importante es disponer hoy en día de una red de agua potable, bombas y depósitos, tambien el día de hoy seguimos padeciendo la carencia de agua. No discutiré la eficiencia y programación del personal que surte agua potable a las casas cada mes, cada seis meses o cada año. La realidad es que el día de hoy seguimos gastando mucho dinero en agua para satisfcer nuestras necesidades. Aqui esta otro problema común con pocas respuestas de una sociedad organizada. Ni siquiera una necesidad básica como tener agua nos ha motivado a organizarnos para dar solución al problema. Todo se reduce en aguantar y aguantar, si tengo burro voy por agua, si tengo carro mejor, si no puedo ir por ella la compro a $100 pesos el tinaco. 

Una sociedad organizada, en un hipotético caso, ya hubiera solucionado el problema en 10 años o menos, sin embargo es nuestra realidad tan cotidiana tan arraigada, tan nuestra que no queremos dejarla ir. Es gracioso como un párroco recién llegado a la comunidad pensó que los cantaros cargados por los burros llevaban leche de vaca! Y su sorpresa fué grande cuando le dijeron que no era leche sino agua!. Esta anécdota no es más que una visión desde afuera desde otro ángulo en el que no hemos querido estar. 




Síntoma 4. 50 AÑOS IGUALES 

La siguiente fotografía que ustedes pueden apreciar fué tomada en el año 1976. La fotografía original en sepia forma parte de una colección del Sr. Gregorio Campos, reconocido fotografo de la comunida de hace mas de 35 años. En ella se aprecia un bailable regional de un grupo de alumnos de la escuela primaria Ignacio Zaragoza. Al fondo se aprecia la gente que observaba con cuidado el desempeño de los alumnos. Se logra observar la iglesia de San Juan y la presidencia Auxiliar.

¿Que tiene de especial esta fotografía?

Si bien refleja la destreza de los alumnos, hoy convertidos en señores, la atención del público, un árbol de mezquite que ya no esta presente y una iglesia como la conocemos, tambien refleja una presidencia que no ha cambiado casi nada. Lo que hoy es la comisaría ejidal, la oficina de policia y la biblioteca pública Francisco Torres Espiridión, todo junto en dos cuartos de 3.5X4 metros (que no debería estar ahi), tenía como único distintivo el techo de teja. Hoy en día esta construcción sufre de infiltraciones de agua por todos lados con el riesgo de colapsar. El resto del edificio es igual que como lo conocemos hoy. 

Desde que se tomó esta fotografía (gracias a Don Gregorio Campos) han pasado 37 años lo que equivale a decir que han pasado 13 presidentes auxiliares por la presidencia sin que hayan realizado cambio alguno a lo que representa el edificio de gobierno de la población. Es posible que haya transcurrido medio siglo o más desde que se construyó la presidencia tal como la conocemos hoy. En 37 años la presidencia auxiliar de Calmeca solo ha cambiado una fracción de techo. En 37 años únicamente se ha construido una oficina pequeña en la planta alta gracias a los comuneros y comisariado de bienes comunales en los últimos tres años.

¿Por qué una presidencia, un espacio público, un edificio de gobierno con evidentes necesidades de espacio, la imágen de la comunidad, el sitio que debería ser más emblemático por las festividades diversas, etc., no ha cambiado nada?

¿En 37 años no ha habido suficiente dinero para hacer ya no se diga cambios, adaptaciones o construcciones necesarias? ¿A los presidentes no les ha interesado cambiar? ¿No será un reflejo de nuestra falta de organización por no poner atención en un espacio que es de todos y que como nuestra casa, deberíamos cuidarla, ampliarla, cambiarla y mejorarla?

Este no es más que otro de los síntomas de lo que nos aqueja como sociedad y que como respuesta a una enfermedad, deberíamos de ponerle una cura lo antes posible.